La convivencia tiene límites, el espacio también
Compartir piso tiene ventajas evidentes: el alquiler se reparte, los gastos se reducen y la compañía puede ser positiva. Pero no todo es perfecto. Una de las principales fuentes de conflictos es la falta de espacio personal.
Desde armarios desbordados hasta zonas comunes invadidas, pasando por la clásica lucha por el trastero del portal. ¿Te suena?
Tener un trastero externo puede parecer un lujo innecesario, pero en realidad es una solución muy práctica y asequible que mejora tu calidad de vida, reduce tensiones y te da más libertad dentro y fuera del hogar.
Problemas típicos al compartir piso (y cómo un trastero los resuelve)
No tienes espacio para guardar lo que no usas a diario
Bicis, maletas, abrigos de invierno, libros de la universidad, material deportivo… Todo ocupa espacio, y no siempre tienes un armario libre o un altillo.
Un trastero pequeño te permite liberar metros en casa sin renunciar a nada.
Las zonas comunes están saturadas
¿Tus cosas acaban en el salón, el pasillo o la cocina? Es normal cuando no hay espacio, pero genera malestar. Si cada uno ocupa zonas comunes con sus pertenencias, la convivencia se resiente.
Con un trastero, puedes tener tu propio espacio independiente y mantener las áreas compartidas despejadas.
Te cambias de piso a menudo
Si eres estudiante o joven profesional, lo más probable es que te mudes varias veces en pocos años. Tener un trastero fijo te permite guardar lo esencial sin cargarlo en cada mudanza.
No puedes tener privacidad sobre tus objetos
A veces necesitas guardar objetos personales que no quieres compartir o tener a la vista. Desde documentos importantes hasta equipamiento tecnológico o recuerdos familiares, el trastero te ofrece privacidad absoluta.
¿Trastero individual o compartido?
Depende de tus necesidades y tu presupuesto.
- Trastero individual, tú tienes la llave, decides qué guardar y cuándo acceder. Ideal si manejas objetos de valor o mucha rotación.
- Trastero compartido con compañeros de piso, puedes dividir el espacio, los gastos y las zonas. Perfecto si sois organizados y confiáis mutuamente.
Incluso puedes pactar normas sencillas para evitar confusiones, como tener zonas delimitadas o un inventario básico.
¿Qué puedes guardar en un trastero si compartes piso?
Más de lo que imaginas. Por ejemplo:
- Material de estudio de años anteriores
- Equipos electrónicos o consolas que no usas a diario
- Decoración estacional (Navidad, Halloween…)
- Maletas, mochilas grandes o bolsas de viaje
- Electrodomésticos pequeños que has comprado tú (freidora, batidora…)
- Objetos personales que no caben en tu habitación
- Bicicletas, patinetes o material deportivo
Y si trabajas como autónomo o freelance desde casa, puedes guardar también stock, herramientas, muestrarios o documentación.
¿Es caro alquilar un trastero?
No. Existen trasteros desde 50€/mes.
Si compartes gastos con uno o varios compañeros, el precio por persona es muy bajo, y las ventajas que obtienes (orden, libertad, privacidad) compensan con creces.
Además, puedes elegir el tamaño que más te convenga y adaptarlo si tus necesidades cambian. Hay contratos sin permanencia, lo que lo hace ideal para estudiantes o jóvenes en transición.
Consejos para sacar el máximo partido a tu trastero si compartes piso
- Usa cajas etiquetadas y resistentes para que no haya confusiones
- Instala estanterías si vais a guardar cosas durante meses
- Evita llenar el trastero de cosas inútiles: revísalo cada 6 meses
- Pactad entre todos cómo usarlo y cómo repartís los pagos
Y recuerda, el orden fuera de casa también influye en el orden dentro de ella.
Resumen, tu espacio, tu independencia
Vivir con otras personas no debería significar renunciar a tu espacio. Alquilar un trastero te da libertad, comodidad y privacidad sin cambiar de piso ni pagar más alquiler.
Es una solución discreta, eficaz y accesible que marca una gran diferencia en la convivencia diaria.
Si compartes piso, plantéate invertir en tu propio metro cuadrado de libertad.